Rompiendo con los caminos tradicionales de la música y la ingeniería de sonido, Chiara Luzzana sigue fielmente su intuición hacia la creación de nuevos diseños de sonido mientras produce historias sonoras para entidades corporativas como Swatch, Nivea, Alessi y Lavazza. Chiara nos habló recientemente sobre la importancia de conocerse y confiar en uno mismo con su creatividad y dejar que lo irracional se apodere de ti.
¿Cómo te involucraste por primera vez con el diseño de sonido?
Tenía solo seis años cuando comencé a experimentar con el sonido. Mis padres se divorciaron en ese momento y llené mi silencio y mi soledad con los sonidos de los objetos inanimados que tenía a mi alrededor. El ruido se acabó transformando en una armonía que me ayudó a superar grandes momentos de miedo y sufrimiento. A medida que fui creciendo, me dediqué a estudiar música clásica: piano, guitarra y mi querido clarinete, pero encontré que el camino tradicional era demasiado estrecho a mi alrededor.
¿Qué oportunidad profesional como diseñadora de sonido afectó más a tu desarrollo?
Estudié ingeniería de audio especializada en cognición musical en Berklee College of Music. Como muchos diseñadores de sonido, mis primeras experiencias laborales fueron en el cine y la publicidad.
Sin embargo, el momento que cambió todo para mí fue en 2013. Solicité y gané una residencia artística muy codiciada en Shanghai, mudándome allí desde Milán.
Durante ese tiempo comencé a crear los primeros proyectos de sonido para la marca Swatch. Probé más de 2400 sonidos reales de diferentes relojes usando mi Zoom H6. La banda sonora que compuse se ha convertido en la música oficial de las tiendas Swatch de todo el mundo, y también de la Bienal de Venecia, una de las instituciones culturales más prestigiosas del mundo.
Es un concepto en el que he progresado. En una instalación de audio experimental para Nivea, creé una banda sonora a partir de muestreos de la piel sometida a diferentes estímulos, como frío, calor, agua, etc. Usando micrófonos especialmente diseñados, pequeños y sensibles para mi otra grabadora de campo Zoom F6, compuse archivos de sonido en tiempo real de cada visitante, comenzando por su piel, mientras visitaban las salas de las sensaciones.
¿Cuál es tu método de trabajo para transformar los sonidos de grabas en ideas musicales?
Tengo dos enfoques para mi proceso de composición: uno más irracional y otro más sensato.
Cuando estoy en el estudio vuelvo a escuchar todos los samples para redescubrir la emoción del momento. Aíslo frecuencias que considero importantes y características, y empiezo la composición.
Otras veces me encuentro buscando un determinado sonido y por eso ya sé que en la composición tendré que encontrar un componente sonoro que se pueda transformar en piano, o violín, o una línea de bajo o una batería. Todo parte del ruido y las infinitas posibilidades que me puede dar. Este método de composición que he creado, "La pureza del ruido", donde el ruido se convierte en un instrumento musical y me ayuda a componer una banda sonora completa, es el método que enseño en academias tanto en Italia como en todo el mundo.
¿Cómo evolucionan tus ideas creativas?
Me encanta el minimalismo y exprimo todo el potencial de unas pocas herramientas útiles, como mi Zoom F6.
Los interfaces de audio que utilizo son de Universal Audio. Mi teclado principal es un controlador MIDI Studiologic 88 con teclas contrapesadas y varios efectos de audio externos, incluidos mis favoritos, Hologram MicroCosm y EMP Reverb. Como software de grabación (DAW) siempre he usado Ableton. Es fácil de usar y muy intuitivo.
¿Qué sucede entre la primera idea de un proyecto y el producto terminado?
Al empezar un proyecto, el cliente y yo trabajamos juntos a través de una serie de reuniones para encontrar una estrategia sólida.
El proyecto sonoro de Nivea lo ilustra bien. El cliente me dijo repetidamente que esa banda sonora debía recordar a los colores de la marca. En consecuencia, creé una serie de muestras armonizadas en una frecuencia que recordaría al oyente el icónico color azul de Nivea.
Soy más una "Sound Teller" porque cuento historias usando solo sonido puro, independiente de imágenes o vídeos. Creo una banda sonora compuesta con sonido puro, que debe vivir una vida propia sin la facilidad de un video para ayudar a ‘decidirse por’."
¿Hacia dónde crees que irá la industria de la música y el diseño de sonido en un futuro próximo?
La nueva frontera de la innovación será el sonido en sí. El sonido activa la memoria a largo plazo y esto, finalmente, lo entienden agencias, empresas y marcas de todo el mundo. La música no solo son éxitos en la radio. El sonido tiene un significado más profundo. Cuando enciendes la máquina de café por la mañana, eso es un diseño de sonido.
¿Qué productos Zoom utilizas?
Básicamente hago todas mis composiciones y proyectos con mi Zoom F6. Lo encuentro muy poderoso para su pequeño tamaño. Gracias a su increíble tecnología (grabación con coma flotante de 32 bits y convertidores duales A/D), tengo el lujo de poder grabar independientemente la señal de entrada de cada micrófono. Incluso cuando algo sale mal, como que la señal de la fuente sea demasiado alta o inesperadamente silenciosa, siempre puedo recuperar las grabaciones.
Suelo utilizar todas las entradas, utilizando seis micrófonos a la vez, lo que me permite diferentes escenarios de sonido a partir de una sola toma. También tengo la Zoom H5, una pequeña compañera que siempre viene conmigo como grabadora de apoyo o para tomas rápidas. Recientemente Zoom me envió el último Zoom H3-VR, que me permite capturar audio listo para proyectos 3D y Spatial Audio (grabaciones Ambisonic). Es realmente divertido de usar y excepcional porque dependiendo del posicionamiento, inclinado, horizontal o vertical, es posible configurar la diferente espacialidad del sonido.
Y por último, ¿Cómo te ayuda Zoom a alcanzar tus objetivos?
Desde mi primera grabadora digital, Zoom ha estado siempre en mi vida profesional. Vengo de la cinta magnética que cortaba y pegaba para encontrar sonidos únicos. Por supuesto con Zoom todo esto era más fácil.
He llevado mi Zoom F6 por todo el mundo, bajo lluvias torrenciales en plantaciones de café en Brasil o los picos nevados de los Dolomitas en Italia. Nunca he tenido un solo problema, y la posibilidad de tener previos tan potentes que enriquezcan mis muestras lleva todo a un nivel superior.